viernes, 11 de abril de 2008

De la Gloria a la Condenacion, Legados de Infortunio

Y ahi estaba yo, solo y a oscuras, hasta la llegada de la luz; la que me baño de oro y alegria. Por fin encontre algo a lo que no debia temer, descubri la más real de todas las felicidades. Conforme pasaba el tiempo más me llenaba de luz, estar con ella se habia vuelto la unica razon para la existencia. Pero incluso la existencia debe acabar. Y como la luz vino a mi, de mi se fue. Solo y a oscuras otra vez, di una respuesta violenta a ese invitador demencial y le rompi el corazon a quien me dio un nombre, tambien opaque a la luz; ese invitador me jugo una mala pasada, me convirtio en algo peor que una bestia, me convirtio en su marioneta. Volvi a sentir ese hedor... el hedor de la traicion. Hasta que una lagrima me desperto, hizo que Hyde se fuera, pero sus cicatrices no se iran tan rapido. Asi note que la luz no era feliz con uno o el otro, sino con ambos.
(Que arrogante)
Deje a un lado mi orgullo y abraze mi destino, con ojos cerrados y mente despierta comienzo a forjar un nuevo camino como si fuera un martillo de hierro que ignora el dolor de los golpes, y cuando oscurezca, la luz me iluminara. Pero se en mi corazon, en mi volatil corazon, que estar a la luz no es mi destino.

3 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Hay luces de muchos colores.

Katina dijo...

Hay veces en que esa luz nos hace quedar a tientas, ciegos para poder mirar nuestro entorno .

"Estar con ella se habìa vuelto la ùnica razòn para la existencia,"

Hay màs de una razòn para nuestra fràgil existencia .
Un fuerte abrazo.